Desde el lunes la administración pública sabe que el ministro de Economía, Luis Carranza, respondió al premier Yehude Simon que no dará los siete millones de soles faltantes para que el Registro de Víctimas de la Violencia continúe operando luego de junio y le recuerda al primer ministro que puede rascar la olla de su propio pliego, es decir, reorientar recursos del presupuesto de la Presidencia del Consejo de Ministros.
En el oficio que Carranza envía a Simon indica que «mientras no ingresen mayores ingresos a los previstos en la Ley nº 29289 – Ley del Presupuesto del Sector Público para el Año Fiscal 2009» no es posible autorizar gastos mayores a los programados. El Registro de Víctimas solicitó un presupuesto que no se le aprobó a inicios de año y ese monto sólo alcanza para labores hasta junio 2009.
¿Cerrará el Registro Único de Víctimas (RUV) con una cifra de casi 40 mil víctimas con derecho a diversas reparaciones por parte del Estado -y sin completar dicha lista oficial- o la Comisión Multisectorial de Alto Nivel (CMAN) cederá parte de su presupuesto a la tarea de registro?
La CMAN administra los fondos de las reparaciones colectivas y desde inicios de este gobierno ha estado a cargo de Jesús Aliaga, miembro del equipo de los cuarentones del Apra -según informó Caretas hace algunas semanas cuando se reunieron en el hotel Las Américas- . Aliaga aparece con cierta frecuencia en dicho semanario desde mediados del año pasado y es parte del círculo de confianza de Jorge del Castillo.
Otra posibilidad es que el Premier encuentre -en alguna otra dependencia de la PCM- recursos no utilizados ni aprovechados y los destine al Consejo de Reparaciones para que siga abierto el RUV y llegue el momento de cumplir con las reparaciones a los que sufrieron la violencia entre 1980-2000.

La iniciativa de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, de buscar firmas para enviar una carta al ministro Carranza no ayudó, pero sirvió para que más personas se enteraran de la situación. Hasta el viernes último aún no habían remitido dicha comunicación al despacho del MEF. Es difícil que el hombre del dinero reconsidere su posición cuando llegue la carta. Ahora las esperanzas están en lo que decida el primer ministro. ¿Qué discurso preferirá Yehude Simon: el de inversión para el crecimiento de la economía o inversión para cumplir con las víctimas de la violencia?