Peruanos expatriados en las elecciones del domingo, Palau Saint Jordi: Barcelona.

Algunos amigos y colegas están tristes, decepcionados, desconcertados. Todos entienden qué ha pasado en la primera vuelta electoral, pero vemos las reacciones racistas e insultantes contra quienes votaron por Ollanta Humala y Keiko Fujimori y esto nos devuelve la imagen de una sociedad fragmentada, polarizada socialmente, con odio contenido. Varios han dicho que tienen la misma sensación de 1990, cuando la mayoría prefirió al desconocido Alberto Fujimori que al hoy Nobel MVLL. El mensaje llegó a la ‘clase dirigente’ del Perú en 1990, pero parece que en estos años rompieron el papelito y se olvidaron qué decía.
Ayer el mensaje volvió, 21 años después, convertido en un SMS: ¿lo borrarán?

¿Qué pasará? Quisiera compartir algunas ideas.
Los escenarios peores serían los de una ‘dictablanda’.
Si es de Humala, una dictablanda con tecnócratas poco calificados, ciertos niveles de corrupción y mucho populismo. Veo un 50% de posibilidades de que cierre el Congreso. Dudo que Humala quiera realmente emprender reformas de fondo y si no quiere hacer reformas de fondo el Congreso no lo bloqueará, y entonces no tendría necesidad de ‘»disolver»‘. Sospecho que un gobierno de Gana Perú destinará algo más de dinero en inversión social porque es lo que ha ofrecido en campaña y es la forma en que puede obtener aprobación de su gestión. Si logra el apoyo de Perú Posible en estos días, el partido de Alejandro Toledo lo respaldará en esos programas sociales porque él también los aplicó (Juntos), copiando los programas exitosos del ex presidente Lula da Silva.
Humala, su gabinete y su bancada trabajarán además para favorecer los intereses de Brasil y de empresas brasileñas, quizá más que lo que ha hecho Alan García en su período. No veo condiciones en el Perú para que Humala pueda imitar las acciones y decisiones de Chávez ni de Evo Morales. No tiene nada parecido a PDVSA y PetroPeru y PeruPetro no podrían llegar a serlo. No hay ciudadanos indígenas movilizados ni organizados como en Bolivia, para que aplique las reformas que el ex líder cocalero logró imponer en su país.
He sabido por un militante del Partido de los Trabajadores (PT) que los asesores de Humala son de lo menos bueno de la organización. Es decir, son buenos comunicadores políticos, pero uno de ellos está envuelto en la historia del mensualón, el escándalo de corrupción del PT que estalló en 2004 y arrasó con dos brazos derechos de Lula en aquel tiempo, Delubio Soares, ex tesorero del histórico partido y amigo del presidente, y el entonces jefe de la Casa Civil, José Dirceu.

Si la dictablanda es de Keiko Fujimori, temo que habrá represalias contra quienes hicieron algo para que su padre sea sentenciado. Su equipo tiene ya experiencia en la corrupción en el Estado sin dejar mucha huella y en manejar ilegal e irregularmente el Congreso para lograr sus objetivos e impedir investigaciones y proyectos de ley. Es decir, un parlamento que no desarrolla sus funciones. Además, el Legislativo tendrá nuevamente muchos congresistas nuevos, sin experiencia. Tanto con Fujimori como con el caso de Humala seguro tenderán a gobernar por decreto como ha intentado AGP a lo largo de cinco años.

Si los grupos afines a PPK y Castañeda hacen una grosera campaña de miedo contra Humala y a favor de Keiko, la alianza no podrá ganar. Si algunos diarios repiten sus portadas ‘primariosas’ para atacarlo (como ocurrió con Susana Villarán) no podrán ayudar mucho a la candidata de Fuerza 2011. Si organizaciones no identificadas repiten los spots de radio de los dos días anteriores a las elecciones (de «el Perú no debe cambiar de rumbo»), tampoco.

Siempre me parece que los que hemos sobrevivido el primer gobierno de García podremos enfrentar casi cualquier otra crisis peruana. Y a veces los cinco años de un período presidencial pueden ser todos de crisis. Quizá me obligo a pensar tal cosa porque no me imagino yéndome ahora del Perú. No tenemos ni una democracia firme, ni un Congreso que funcione. Las normas internacionales que el Estado peruano firma hace décadas son sólo un visto bueno en una página web de la Cancillería, pero no una garantía para las personas y procesos que deberían ser respetados, atendidos o reparados por el Estado. Si no creemos mayoritariamente que somos iguales, si no concebimos que el territorio del otro es tan sagrado como el suelo del departamento que alquilamos o tenemos. Si decimos que alguien es poblador de Villa María pero el otro es un ciudadano de Surco. Si algunos creen que porque gritan más se van a imponer siempre, si unos creen que porque contaron la historia de una manera no hay ningún otro héroe más a la redonda, si no sabemos conversar con respeto con las personas con quienes discrepamos. Si vivimos como si el distinto a uno fuera siempre sospechoso, hay demasiado trabajo. Algunos tenemos que seguir trabajando.

Gastón Acurio ha pedido dejar de llamar ignorantes a quienes votaron por Humala y Keiko. He visto también algunas frases de personas más jóvenes que dicen que si los gobiernos de Humala o de Keiko no respetan la democracia y las libertades a las que tenemos derecho, habrá que trabajar por ello.

Más explicaciones sobre los votos mayoritarios por Humala y Fujimori adicionales al mensaje olvidado:
– La pobre campaña electoral de Alejandro Toledo y su confianza en la inercia.
– La división del espectro conservador o continuador del modelo en cuatro candidatos: PPK, Castañeda, Mercedes Araoz y Toledo. Ustedes saben que Alan García tuvo que ver al menos con la mitad de esa división.
– Quienes respaldaron financieramente y políticamente las campañas de Toledo, Castañeda y PPK invocaron a la unión (y el respectivo paso al costado) tardísimo (públicamente ocurrió el viernes pasado).
– Ollanta Humala hizo su tarea.
– PPK hizo su tarea y desplazó a Toledo.
– Alan García, el establishment, no atendió en su momento los reclamos que derivaron en conflictos sociales.
– Los candidatos no atacaron a Keiko Fujimori mencionando con precisión los delitos de corrupción, las violaciones a los ddhh y las fallas de las reformas económicas aplicadas durante el gobierno de su padre.

Otros textos obligatorios:
– Roberto Bustamante, El Morsa, indica que ha habido un importante voto del sector C -y no solo de los electores más pobres- a favor de Humala.

Píldora tranquilizante de Moody’s

Cinco conclusiones poslectorales, por Eduardo Villanueva

Aquí algunos textos míos sobre las elecciones:
En frente de un espejismo y de un mal
Publicado hoy, escrito el jueves, responde a la pregunta que planteó Punto.Edu: ¿qué tendría que hacer Humala para ganar en segunda vuelta?
Humala conectó con el descontento

Un video de la primera entrevista en la que mencioné el vínculo entre Humala y Brasil en marzo

El texto del diario El País en el que me cita sobre los intereses de Brasil en el Perú y Humala

El compromiso de Humala con los peruanos y la Carta ao Povo brasileiro del ex presidente Lula en 2002, ambos divulgados para tranquilizar al empresariado principalmente.

Imagen tomada por la cadena Al Jazeera el 26 de enero.

Tras escuchar y ver varias semanas a los candidatos peruanos a la presidencia acumulo la sensación de desconexión con todos ellos. ¿De qué país hablan? ¿Qué políticos son estos que quieren poner rostro de transparencia cuando son lo contrario? ¿Por qué pretenden hacernos creer que tales son sus prioridades cuando los miembros de sus listas al Congreso muestran algo diferente? Los asesores externos de cada campaña desconocen tanto la sociedad peruana que quizá no pueden guiarlos bien.

He escuchado muchas veces de la revolución de los claveles (1974), o de la revolución islámica en Irán (1979), no llegué a verlas. Pude ver –y procesar– pocas imágenes de TV sobre la caída del Muro de Berlín o de la revuelta de Tiananmen (ambas en 1989, un momento en el que el Perú estaba tan en crisis que lo internacional parecía lejanísimo, difícil de compartir).

Estamos en la segunda semana de protestas y revueltas en el mundo árabe. Las revueltas ciudadanas de Túnez y Egipto me retienen el pensamiento en demandas elementales contra la pobreza, la corrupción, el abuso de poder, el autoritarismo y por el respeto a derechos elementales. Es cierto que no estamos viviendo en el Perú en una dictadura, pero ¿de qué sirve una democracia que legisla por decreto contraviniendo normas previas y liberando el mínimo orden previamente existente? Eso ha ocurrido esta semana con los decretos de urgencia para agilizar 33 ‘megaproyectos’ que ProInversión quiere terminar de echar a andar antes de que el Apra se despida de los escritorios que ahora ocupan.

Pero en vez de que los candidatos se ocupen de esos asuntos cruciales, sobre cómo el Estado debe ordenar la disponibilidad y el acceso a los recursos naturales, se manifiestan sobre la legalidad del aborto, de la unión civil, del consumo de drogas y el indulto a Fujimori.

Otros, como PPK juegan a los colores, al infoentretenimiento y al personaje del criollo respondón más cercano al capataz (de hacienda). Fujimori juega a la mezcla de madre educada, conservadurismo más populismo penal (duras sanciones para los delitos que más aparezcan en las primeras planas). De Humala es difícil decir en qué se ha convertido y qué mezcla representa. Haber abdicado de la agenda de los recursos naturales y medio ambiente para no incomodar al gobierno de Brasil lo ha dejado sin identidad.

Y en el otro lado del escenario, tengo la sensación de haber sido testigo la última semana de algo crucial. Así como generaciones anteriores habían podido estar al tanto de la revolución de los claveles, la vuelta a la democracia en España, la caída del Muro, etc., ahora llevaré conmigo esta sensación particular de haber vivido durante dos revueltas –en una misma semana– contra el autoritarismo, la corrupción y contra el desempleo en dos países árabes. Es una especie de privilegio ver que en tiempos de supuesta conformidad con el mundo tal cual, llega un momento en que la demanda por lo elementalmente justo llega a las calles: como dice Javier Valenzuela en el diario El País, las convocatorias a las manifestaciones pueden surgir en las redes sociales pero el momento de la verdad se da en el enfrentamiento con las fuerzas de seguridad, en las calles. Y es también una especie de privilegio sólo posible en esta época acceder a la información de inmediato vía las redes sociales y Al Jazeera en línea.

Y mientras esto ocurre, me siento más conectada con estos ciudadanos que reclaman y reciben gas y balas -siete horas más tarde y a 12 mil kilómetros- que con los candidatos que recorren la capital u otras localidades del Perú. Alejandro Toledo anunció el miércoles 26 una ‘revolución educativa’, un punto de plan de gobierno que podría distinguirlo de los otros aspirantes a la presidencia, muy carentes en ese aspecto. Sin embargo, no le dio ni un día de vida a su propuesta para desarrollarla, para que haya reacciones, para que otros candidatos respondieran o los periodistas profundizaran. Cambió drásticamente a tres temas que -me disculparán quienes discrepan-, no son definitivos o urgentes en este momento para la sociedad peruana: drogas, aborto, unión civil. ¿Ha llegado el momento de decidir estos temas -de fondo- en el espacio limitado y artificial de una campaña electoral? Tenemos otros temas de fondo que han sido abandonados desde el 5 de junio de 2009 y que, parece, ningún candidato quiere abordar o quizá ningún asesor extranjero ha recordado del ‘country report’ sobre el Perú que leyó en el vuelo a Lima.

P.S. Una gráfica importante de hoy sobre el momento en que el gobierno egipcio bloqueó el acceso a internet.

Sesión de la Comisión Permanente que rechazó la candidatura de Beteta (Foto: Congreso)

Sesión de la Comisión Permanente que rechazó la candidatura de Beteta (Foto: Congreso)

A mediados de marzo, el Senado de Bolivia decidió restituir en su cargo al ex contralor Osvaldo Gutiérrez, pero no pudo asumir como tal y el presidente Evo Morales emitió el Decreto Presidencial Nº 58 del 27 de marzo que designa como Contralor General del Estado de manera interina a Gabriel Herbas, quien asumió el interinato por primera vez en diciembre. Ahora que la Comisión Permanente del Congreso rechazó la candidatura de Edmundo Beteta a la Contraloría peruana, somos países hermanados por severos problemas en ese mismo ente fiscalizador. Gutiérrez despacha en otra oficina y Bolivia tiene dos contralores. El oficialismo aquí parece no incomodarse con el rechazo del parlamento a Beteta.

Según relata a este blog el periodista Hilton Heredia del diario El Deber de Bolivia, «Osvaldo Gutiérrez fue suspendido por la Cámara de Diputados por incumplimiento de deberes. No obstante, Gutiérrez se aferra al cargo y tiene una oficina independiente, además que sigue acciones legales contra Herbas».
El colega explica que la Comisión de Constitución, Justicia y Policía Judicial de la Cámara de Diputados, instauró un proceso administrativo en contra de Osvaldo Gutiérrez, por presuntas infracciones administrativas cometidas en el ejercicio de sus funciones y dispuso la medida precautoria de suspensión del cargo por un periodo de 90 días, que concluyó el pasado sábado 28 de marzo; sin embargo la Cámara de Senadores restituyó en sus funciones a Gutiérrez.
«Herbas aduce que sobre el caso del ex contralor, quien reclamó una presunta inconstitucionalidad en la decisión de la cámara baja, será el Tribunal Constitucional quien dicte una sentencia interpretativa. Mientras tanto, continuará en el cargo designado por el Primer Mandatario y con las labores habituales de este despacho», añade el periodista boliviano.
«Lo cierto es que hasta la fecha, hay dos contralores y la situación es incierta», agrega Heredia.
¿Y aquí? El calendario dice que llevamos casi medio año sin contralor. La defensa y elogio de PPK a Edmundo Beteta en su espacio en Radioprogramas llegó tarde (esta mañana). Fue notorio que el APRA no quiso pelear por el candidato de su presidente.

El comunicado oficial de la Contraloría de Bolivia
Comunicado del Congreso sobre la sesión que desestimó la candidatura de Beteta

La web del Congreso a mediodía.

La web del Congreso a mediodía.