Intenté ilustrar mi recuerdo de los mineros de Cata Acarí.

No suelo escribir opinión pura en este blog, pero lo haré excepcionalmente. A fines de los años 80 e inicios de los 90 empezó a ser común que subieran personas a los micros y buses para pedir un apoyo. Podían ser niños, mujeres u hombres adultos. Quizá entre las historias más masivas y conmovedoras de este tipo estaban los trabajadores despedidos de la mina Cata Acarí, en Arequipa, quienes pedían colaboraciones para la olla común que tenían en Lima, alojados por un tiempo en alguna parte de la facultad de Medicina de San Fernando. Eran hombres que nada más tenían mirada de trabajo y mucho pesar a la vez. Eran años muy complicados.

Ahora, luego de varias semanas en rutas de transporte que no solía usar, veo que los vehículos siguen siendo un espacio frecuente de ‘redistribución de ingresos’. Supuestamente, el Estado debe redistribuir, mediante programas sociales o mediante la creación de trabajo hoy denominado ‘decente’ -en oposición al trabajo de sobrevivencia-, pero los usuarios del transporte siguen aportando  parte de sus recursos a equilibrar o solventar los gastos de una gran cantidad de peruanos que suben diariamente a combis y buses.

No voy a describir aquí la variedad de motivos y presentaciones con las que las personas, jóvenes y adultos, piden un apoyo al subir a un vehículo. Lo que me interesa decir es que si vivimos en un país con crecimiento durante tantos años, los inadecuadamente empleados o quienes tienen ingresos por debajo de la línea de pobreza no están solo fuera de Lima. Han pasado 20 años de las escenas de los mineros de Cata Acarí y de las mujeres migrantes o desplazadas por la violencia que vendían frunas y se mantienen situaciones similares, aunque en un contexto macroeconómico que indicaría lo contrario: que todos tienen un lugar en la economía. Pues no lo tienen, o el que tienen es de subordinación y escasez. INEI entregó un informe recientemente sobre mercado laboral y daba cifras a este respecto. Una de las caras de esos datos es la aún persistente costumbre de la búsqueda de caridad en el transporte, como en los peores tiempos de la crisis económica.

Serie de actividades gubernamentales en los últimos cinco días en la selva norte.

Tres hechos llaman la atención antes de la difusión del informe final de la Comisión Especial que investiga los hechos del 5 de junio en Bagua: la cantidad de actividades organizadas por el Gobierno en Amazonas en la última semana -como para propiciar un clima afín a lo que dirá el documento-, la primera plana de hoy de El Comercio y la reacción del Consejo Aguaruna Huambisa ante lo publicado por dicho diario.

La comisión investigadora -formada por siete integrantes, de los cuales cuatro son designados por o afines al Gobierno- solicitó una prórroga para entregar el documento final a inicios de enero y así tomar en cuenta testimonios y elementos recogidos en un viaje al Cenepa a fines de noviembre, pero no la consiguieron. La primera en indicar que el borrador del informe final no satisfaría en absoluto a los afectados en la selva norte fue la religiosa Maricarmen Gómez Calleja, profesora de Chiriaco, debido a que no esclarecía los hechos del 5 de junio.

Sorprende por parte del Gobierno que, habiendo dado un tratamiento tan laxo en plazos a todas las mesas formadas post 5 de junio, se ponga ahora estricto en el plazo de entrega. Recordemos que fue el propio Gobierno el que tardó casi un mes en responder a la lista propuesta por los representantes de las organizaciones amazónicas y designar por fin a la Comisión Especial de Investigación. Por otro lado, voceros del Gobierno anunciaron que hoy darían a conocer el informe y ahora el premier Javier Velásquez Quesquén refiere que será el domingo 20 (cuando gran parte de los limeños estarán pensando en el descanso y la Navidad).

Una fuente cercana a la comisión indicó que el documento presentado como borrador del informe final en una página web es un ‘cortar-y-pegar’ de algunos documentos preliminares presentados por los miembros del grupo de trabajo.

Aquí algunos documentos sobre la polémica que genera este informe pese a aún no haberse hecho público. Preparémonos para darle tiempo y atención a este asunto tan delicado en las dos próximas semanas y en adelante.

Documento del Consejo Aguaruna Huambisa que destaca el apoyo humanitario dado por los misioneros de Jaén y rechaza nota del diario El Comercio de hoy.

ConsejoAguarunaHuambisa

Cinco de los siete miembros de la Comisión Especial desconocen borrador del informe final que circula en las redes.

Comisión desconoce borrador informe final Bagua
Entrevista a la hermana Maricarmen por Danae en La Mula

Y para cerrar, algunos datos sobre la zona donde viven peruanos que esperan leer un informe final que los represente y respete y no sólo los señale como responsables de las muerters de los 24 policías. La cita a seguir es parte de un documento preparado por Anahí Durand: ‘¿Tierras de Nadie?” Empresas extractivas, territorio y conflictividad social en el río Cenepa’, aún no publicado.

En el caso especifico del distrito del Cenepa los awajun y wampis tienen una población estimada de 9,626 habitantes, siendo uno de los pocos distritos donde no existen asentamientos de colonos primando las comunidades indígenas. En términos socioeconómicos, la población awajun atraviesa una difícil realidad de exclusión y pobreza. Amazonas por ejemplo es el departamento donde las cifras de pobreza más han aumentado, siguiendo una tendencia inversa a la del país, pues si bien el año 2008 la pobreza en el Perú se redujo de 39.3% a 36.2% en el departamento de Amazonas creció de 55% en el 2007 a 58% el 2008 (INEI) En la provincia de Condorcanqui, la tasa de extrema pobreza en alcanza el 45.2% mientras la tasa de desnutrición crónica es de 73,2% y la PEA sin profesión alcanza al 90% de la población. A su vez, los distritos más pobres de Condorcanqui son aquellos donde predominan los indígenas awajum y wampis como son El Cenepa con 84.3% de habitantes en situación de pobreza, Río Santiago con 80.7% y Santa María de Nievba con el 70.7%. Si hablamos del índice de Desarrollo Humano (IDH) el distrito del Cenepa presenta un índice de 0.4906 situándose como un distrito de desarrollo medio bajo.