Comisionada Maricarmen Gómez revisa informe final que no firmó.

Tras leer el informe final de la Comisión Bagua, las 43 observaciones de Jesús Manacés y la hermana Maricarmen Gómez, y la apostilla del padre Ricardo Alvarez Lobo, la conclusión es que el documento es un instrumento a favor del Ejecutivo, no plural, que refuerza la versión oficial de lo ocurrido y contiene gran cantidad de imprecisiones de fondo y forma.

Al momento Mirko Lauer y Carlos Meléndez han comentado que el documento se convierte en un elemento para que continúe la disputa electoral, especialmente porque alienta la pugna entre el Apra y los nacionalistas que han sido acusados de soliviantar a los nativos el año pasado.

Sin embargo, tal punto de vista evita evaluar un asunto de fondo: la actuación del Gobierno y el oficialismo ante los hechos pendientes luego de la tragedia en Bagua del 5 de junio. Este informe final y las declaraciones de ayer del presidente Alan García son una pésima noticia acerca del rumbo del Estado peruano en su vínculo con las organizaciones amazónicas y el respeto a los derechos de los pueblos indígenas.

Lo más grave del informe final es reiterar la idea de que los policías no iniciaron el ataque la mañana del 5 de junio y que los nativos -que tomaron la carretera Fernando Belaunde exigiendo la derogatoria de decretos- fueron manipulados por intereses ‘subalternos’ de ronderos, el Sutep, congresistas nacionalistas, actores internacionales y por religiosos.

En una entrevista con la religiosa Gómez Calleja, reclamó que testimonios clave recogidos por la Comisión no hubieran sido tenidos en cuenta para la versión final, como por ejemplo el de Lucio Roca, quien ayudó a cargar el primer muerto del 5 de junio, por un disparo de la PNP.

El informe dedica una gran cantidad de páginas a la cronología de los hechos anteriores al 5 de junio y en ella comete el error de no señalar las fuentes de información incluso cuando mezcla supuestos datos con juicios de valor: tal falta en un informe de investigación es grave, pues no hay referencias que permitan verificar sus afirmaciones.

Por ejemplo, indican que un par de comunicadores belgas de Catapa incitaron a los manifestantes a tomar medidas radicales en la Estación 6 (antes del 5 de junio) pero no sustentan dicha afirmación en un testimonio, grabación o documento (p. 42).

El documento es exhaustivo en recoger ciertas declaraciones pero, por ejemplo, no consigna las palabras del presidente García cuando hizo la distinción de peruanos de segunda categoría en alusión a la población que rechazaba los decretos legislativos.

El señalamiento a la supuesta responsabilidad del Sutep en la radicalización de la protesta en la selva tampoco es demostrado, el documento sólo indica que una gran cantidad de manifestantes de la Curva del Diablo eran profesores.

En la parte de recomendaciones, el informe rescata una propuesta que el ministro Aurelio Pastor difunde reiteradamente: la creación de casas de la justicia (p. 85).

Quizá uno de los pocos párrafos destacables por su precisión figura en la página 81, e indica que pese a que la PNP cumplió el operativo de acuerdo a lo establecido, hubo deficiencias como equipamiento limitado, falta de eequipos de comunicación, fiscales a destiempo,
menor número de efectivos que los necesarios, descoordinaciones de horario, falta de conocimiento sobre la forma de ser y combatitividad de los indígenas cuando defienden su tierra, entre otros.

Sobre las firmas
El informe final fue suscrito por Susana Pinilla, Pilar Mazzetti y Manuel Bernales, quienes actuaron como la voz del Gobierno o del oficialismo en la Comisión Especial de Investigación de los Sucesos de Bagua. El sacerdote dominico Ricardo Alvarez Lobo lo firmó también, pero agregó un documento adicional -bastante acertado- con señalamientos directos sobre las responsabilidades de altos funcionarios del Ejecutivo.

Por otro lado, los medios informaron desde el 29 los motivos para negarse a firmar por parte del coordinador de la Comisión Especial, Jesús Manacés, y de la hermana Gómez Calleja.

Otro miembro de la Comisión, el decano del CAL, Walter Gutiérrez, dijo el 23 de diciembre que renunció al grupo de trabajo el 9 de noviembre, aunque fuentes de la CEI indican que no hay un documento al respecto. En una nota de prensa indicó que ni desestima ni avala el informe final. Por tanto, de siete miembros de la Comisión, sólo tres lo respaldan en su totalidad, los más afines al Gobierno.

Más señales del Gobierno
Un documento elaborado por una comisión formada por resolución ministerial y sobre un asunto tan sensible, tuvo que haber cuidado al máximo la redacción de fondo y forma, pero éste no es el caso. Para mí, una señal más de la poca seriedad y agresividad con la que el Gobierno encara los asuntos pendientes con los ciudadanos de la selva está en los errores obvios a lo largo del informe final.

Por ejemplo, se refieren a un grupo ‘piromashco’ que no existe (sino mashcopiro), al grupo esheja (que debe ser ese’eja p. 9), nativos en asilamiento voluntario (en vez de aislamiento p. 37), la comunidad de Yamakaya (que es Yamakayat), indígenas kichuas y achuas (que debe ser achuar p. 65), la vase del Ejército (p. 61).

Uno de los peores párrafos por la forma tan sesgada en que se refieren a los indígenas aparece en la página 39, en las referencias al 13 de mayo 2009.

Los tres documentos:
Informe final, apostilla de sacerdote Alvarez Lobo y 43 observaciones de Manacés y Gómez Calleja

Parte de una entrevista realizada a hermana Maricarmen Gómez por el programa DosxDos en Radio San Borja.

infbagua3 from Jacqueline Fowks on Vimeo.

Padre de mayor Bazán no cree que nativo detenido asesinó a su hijo

En ‘El Crónico’s blog’ escuche un segmento de la transmisión de La Voz de Bagua de un momento crítico del enfrentamiento: es claro que no hubo incitación a la violencia en dicha radio.

Un texto de Rodrigo Quijano sobre la ruptura del denominado ‘Consenso de Lima’ luego del 5 de junio y Bagua

Serie de actividades gubernamentales en los últimos cinco días en la selva norte.

Tres hechos llaman la atención antes de la difusión del informe final de la Comisión Especial que investiga los hechos del 5 de junio en Bagua: la cantidad de actividades organizadas por el Gobierno en Amazonas en la última semana -como para propiciar un clima afín a lo que dirá el documento-, la primera plana de hoy de El Comercio y la reacción del Consejo Aguaruna Huambisa ante lo publicado por dicho diario.

La comisión investigadora -formada por siete integrantes, de los cuales cuatro son designados por o afines al Gobierno- solicitó una prórroga para entregar el documento final a inicios de enero y así tomar en cuenta testimonios y elementos recogidos en un viaje al Cenepa a fines de noviembre, pero no la consiguieron. La primera en indicar que el borrador del informe final no satisfaría en absoluto a los afectados en la selva norte fue la religiosa Maricarmen Gómez Calleja, profesora de Chiriaco, debido a que no esclarecía los hechos del 5 de junio.

Sorprende por parte del Gobierno que, habiendo dado un tratamiento tan laxo en plazos a todas las mesas formadas post 5 de junio, se ponga ahora estricto en el plazo de entrega. Recordemos que fue el propio Gobierno el que tardó casi un mes en responder a la lista propuesta por los representantes de las organizaciones amazónicas y designar por fin a la Comisión Especial de Investigación. Por otro lado, voceros del Gobierno anunciaron que hoy darían a conocer el informe y ahora el premier Javier Velásquez Quesquén refiere que será el domingo 20 (cuando gran parte de los limeños estarán pensando en el descanso y la Navidad).

Una fuente cercana a la comisión indicó que el documento presentado como borrador del informe final en una página web es un ‘cortar-y-pegar’ de algunos documentos preliminares presentados por los miembros del grupo de trabajo.

Aquí algunos documentos sobre la polémica que genera este informe pese a aún no haberse hecho público. Preparémonos para darle tiempo y atención a este asunto tan delicado en las dos próximas semanas y en adelante.

Documento del Consejo Aguaruna Huambisa que destaca el apoyo humanitario dado por los misioneros de Jaén y rechaza nota del diario El Comercio de hoy.

ConsejoAguarunaHuambisa

Cinco de los siete miembros de la Comisión Especial desconocen borrador del informe final que circula en las redes.

Comisión desconoce borrador informe final Bagua
Entrevista a la hermana Maricarmen por Danae en La Mula

Y para cerrar, algunos datos sobre la zona donde viven peruanos que esperan leer un informe final que los represente y respete y no sólo los señale como responsables de las muerters de los 24 policías. La cita a seguir es parte de un documento preparado por Anahí Durand: ‘¿Tierras de Nadie?” Empresas extractivas, territorio y conflictividad social en el río Cenepa’, aún no publicado.

En el caso especifico del distrito del Cenepa los awajun y wampis tienen una población estimada de 9,626 habitantes, siendo uno de los pocos distritos donde no existen asentamientos de colonos primando las comunidades indígenas. En términos socioeconómicos, la población awajun atraviesa una difícil realidad de exclusión y pobreza. Amazonas por ejemplo es el departamento donde las cifras de pobreza más han aumentado, siguiendo una tendencia inversa a la del país, pues si bien el año 2008 la pobreza en el Perú se redujo de 39.3% a 36.2% en el departamento de Amazonas creció de 55% en el 2007 a 58% el 2008 (INEI) En la provincia de Condorcanqui, la tasa de extrema pobreza en alcanza el 45.2% mientras la tasa de desnutrición crónica es de 73,2% y la PEA sin profesión alcanza al 90% de la población. A su vez, los distritos más pobres de Condorcanqui son aquellos donde predominan los indígenas awajum y wampis como son El Cenepa con 84.3% de habitantes en situación de pobreza, Río Santiago con 80.7% y Santa María de Nievba con el 70.7%. Si hablamos del índice de Desarrollo Humano (IDH) el distrito del Cenepa presenta un índice de 0.4906 situándose como un distrito de desarrollo medio bajo.