
Ilustración del gran Cherman, fundador de 'Crash Boom Zap'.
Sé qué significa 4-3-3, reconozco cuándo un equipo juega organizado y tiene jugadas de laboratorio. Pero fuera de eso, siento una presión en la garganta y los ojos cuando en la tele veo a los hinchas haciendo olas en el estadio y luego gritando «Perú» + clap clap clap (bis). Por eso, primero, un agradecimiento a Johan Fano, por mantenerse concentrado y esforzado en los 90 minutos que jugó.
Segundo, comparto algunas ilustraciones de algunos referentes de la gráfica limeña, como Cherman y Alvaro Portales. Quizá no coincido con el tono que utilizan pero sí, totalmente, con el mensaje. El deporte parece estar alejado de la política y de los tribunales, pero en el Perú el fútbol -en el nivel de selección- es sinónimo de irrespeto a las normas y a la ley desde que Burga decidió aferrarse a la FPF (los colegas de Deportes quizá tengan referencias más finas y encuentren otros antecedentes previos).
Otro motivo por el cual el fútbol tendría que estar asociado -positivamente- a la política es que no hay una política de Estado para que haya un desempeño digno en dicho deporte. Los dirigentes parecen no tener ninguna fiscalización con respecto a los resultados: ¿presupuesto por resultados, les suena?
Tampoco hay una política para promover y apoyar otros deportes. Estamos hartos de enterarnos de deportistas premiados en el extranjero que se fueron por su cuenta porque «no hay apoyo estatal» o que tuvieron que vender besos para conseguir dinero para los pasajes o que llaman a las radios porque no tienen para el alojamiento. Recordemos que hace algunos años las arcas fiscales están más llenas. ¿Algo significativo se destina a deportes y cultura? No. O quizá sí pero se desperdicia en gestores que no saben cómo manejar dichos fondos.
Hace trece años, conversando con un grupo de estudiantes de posgrado argentinos en México, coincidíamos en decir que ninguno de nosotros se animó por una carrera deportiva para no sufrir ‘más de lo debido’. Era mediados de los 90. Hoy quizá las condiciones han cambiado.
Volviendo al partido de ayer, Cable Mágico Deportes hizo una cobertura acuciosa y destacó -otra vez- el reportero Fernando Egúsquiza en la cancha. Otro reportero de CMD planteó antes de las conferencias de prensa una pregunta fundamental: ¿qué camino será el correcto para el fútbol peruano?
Hoy la pena ya se acabó y tendríamos que pensar cómo exigir a futuro -como ciudadanos- resultados, estándares. Como dice Philip Butters, los nuevos dirigentes tendrán que establecer metas de largo plazo. Fiscalizar en la política y fiscalizar en los deportes.
A continuación, algunas imágenes de Alvaro Portales
Más ilustraciones de Alvaro luego del partido en:
http://alvaroportales.blogspot.com/2009/03/futbol-peruano.html
Luego de unos minutos de haber colocado esta nota, el periodista de El Comercio Pedro Ortiz compartió con el blog algunas precisiones sobre la FPF y su vínculo con la política nacional deportiva. Cito:
«Un par de apuntes:
1. No puede haber una política deportiva por dos razones: desidia gubernamental (Woodman no puede mostrar ningún plan porque no lo tiene) y porque los presidentes de las federaciones son elegidos por las bases, es decir, si bien dependen presupuestalmente del Estado, no hay manera de que estén conectados programáticamente porque el jefe del IPD es elegido a dedo por el Gobierno.
2. Federaciones como la de fútbol son virtualmente autónomas en razón de que no reciben un sol del Estado -gracias a los famosos derechos de televisión- y a que se rigen por estatutos internacionales (en el caso de la de fútbol por el de la FIFA). Por eso que Burga sigue entornillado en su cargo.
En cuanto al fútbol, todos conocemos el diagnóstico y las soluciones (Cappa y Barraza han escrito dos excelentes columnas en el DT de hoy). El problema es cómo quebrar la estructura organizativa de la federación. ¿Sacar a Burga a la mala? A la mala no, seamos más ingeniosos».