Un grupo de abogadas que defienden a mujeres que sufrieron violencia sexual en los distritos de Manta y Vilca (Huancavelica) por miembros del Ejército y de SL, realizan un plantón este jueves -en la puerta del cine Alcázar- debido a que hasta hoy no hay nadie sentenciado por estos hechos.
En el mapa, Manta y Vilca aparecen cerca de la marca vertical en fucsia.
Éste es el único caso de violación sexual -ocurrida en el contexto de la violencia 1980-2000- judicializado en el que las agraviadas han identificado a los responsables.
A continuación, la comunicación de los organizadores de dicha actividad:
El 21 de Marzo del año 1984 se instaló en los distritos de Vilca y Manta departamento de Huancavelica una base contrasubversiva cuyo objetivo era brindar seguridad a la población. Lamentablemente dicha base fue escenario de decenas de casos de violaciones cometidas por los soldados de la base entre los años 1984 y 1995.
El caso de las bases de Manta y Vilca muestra cómo durante el conflicto armado interno miles de mujeres peruanas sufrieron violencia sexual por parte de los grupos en conflicto. La mayor cantidad de violaciones fueron cometidas por soldados y policías, pero también los integrantes de Sendero Luminoso perpetraron estos crímenes. En todo caso, NADIE ha sido condenado por estos hechos.
Por ello, que en el marco del estreno de la película La Teta Asustada, cientos de personas y diversas organizaciones se congregarán el día 12 de Marzo a las 6:00 de la tarde en la puerta del cine Alcazar para exigir justicia para las miles de mujeres que fueron víctimas de violencia sexual durante el conflicto armado interno.
El caso de las mujeres de Vilca y Manta es el único que se encuentra ante la justicia peruana y los militares responsables, ya han sido identificados por las agraviadas. El Fiscal a cargo formuló el pasado 12 de febrero, denuncia penal contra nueve integrantes de las Fuerzas Armadas, por la comisión del delito de violación sexual como forma de tortura (crimen de lesa humanidad) en agravio de 13 mujeres.
Por ello, queremos expresar:
Nuestro pedido a las autoridades para que garanticen la seguridad de las mujeres de Manta y Vilca.
Nuestro pedido al Ministerio de Defensa para que entregue los nombres de los militares que cometieron estos crímenes y que hasta el momento sólo están identificados con alias.
Manta y Vilca puede ser el primer caso de violación sexual cometido durante el conflicto armado interno y abre la posibilidad de que se haga justicia con otras miles de mujeres.
Si quisiera leer más sobre el caso de Manta y Vilca ingresa a http://relatodeunaviolacionmantayvilca.blogspot.com/ (Fin del documento)
Cabe mencionar que el trabajo de las abogadas de por lo menos dos organizaciones no gubernamentales (IDL y Demus) ha sido largo y complicado. Las mujeres que sufrieron violación sexual son estigmatizadas por su comunidad y tomó tiempo convencerlas de la conveniencia de dar a conocer lo que les ocurrió. Además, hubo algunos casos de agentes del orden que mientras estuvieron en la zona se ‘emparejaron’ con comuneras y había entonces resistencia a distinguir en qué casos sí ocurrieron violaciones. Por otro lado, las abogadas, en su mayoría procedentes de Lima, tuvieron que persistir varios años en el trabajo para generar confianza en las ciudadanas de ambos distritos.