
Tomado de un PPT presentado por Ivan Hildalgo en Chile, Dic. 08.
Lo ocurrido en el 2003 se dio en un programa de micronutrientes como parte de un proyecto mayor sobre comportamiento saludable.
De acuerdo al testimonio recogido, las madres de menores de dos años desnutridos recibían diversos apoyos, entre ellos complementos alimenticios que no sólo destinaban al niño desnutrido, sino a sus otros hijos pues no tenían para comer.
Las madres cumplían con las indicaciones del programa hasta cierto momento, pues si los niños cumplían dos años y habían remontado la desnutrición, quedaban fuera del programa, entonces, dos meses antes de los dos años de edad empezaban a desnutrir a su hijo para que permaneciera en la lista de recepción de complementos y alimentos.
El programa era conducido por el Ministerio de Salud y UNICEF y los operadores de salud y promotores conversaban con las madres para explicarles el daño que hacían a sus hijos, pero ellas respondían que necesitaban seguir recibiendo el apoyo. El programa no planteó soluciones a esta situación, no previeron que algo así ocurriera.
En la misma provincia se repite ahora esta conducta: personas que afectan su salud o la de sus hijos ilusionados en un programa social.
El presidente ejecutivo del programa Juntos, Ivan Hidalgo, ha rechazado las afirmaciones del reportaje publicado en el diario El Comercio, pero hay demasiados testimonios en el otro sentido. Y UNICEF -como cualquier organismo internacional que tiene como contraparte al Estado- ha optado por respaldar la posición oficial.
Con la verdad se pueden resolver los problemas: tapándolos, no.
Aquí el reportaje referido para quienes no lo leyeron