Un diario local subió hoy vía Twitter la foto de un invitado durante la ceremonia de entrega de credenciales al presidente electo: Luis Favre, uno de los dos militantes del Partido de los Trabajadores (PT) que asesoró la campaña de Ollanta Humala. Aquí, un documento del PT del 2010 con sus propuestas acerca de la política internacional del partido en la región indica que «la izquierda latinoamericana busca no perder ningún gobierno (que se vaya) a la derecha».
El documento de 119 páginas precisa que no necesariamente es la posición institucional del PT, pero todos los textos son firmados por el secretario de relaciones internacionales del partido oficial brasileño, Valter Pomar.
En otra parte del documento, Pomar indica que desde 2003 (cuando asume Lula como presidente) el PT pasó a tener influencia en la política externa del gobierno brasileño. Lean este ‘Cuaderno número 7’ o los fragmentos seleccionados y subrayados, a la luz de la foto mencionada de Favre, el Cristo de Odebrecht, y el comentario reciente del embajador de Brasil sobre la alcaldesa Susana Villarán. En las redes sociales están refiriéndose ahora a Chorrillos de Janeiro por la presencia de la copia de la imagen del Corcovado.
Aquí el documento completo:
Si quieren verlo en su enlace original,
aquí:

Intenté ilustrar mi recuerdo de los mineros de Cata Acarí.
No suelo escribir opinión pura en este blog, pero lo haré excepcionalmente. A fines de los años 80 e inicios de los 90 empezó a ser común que subieran personas a los micros y buses para pedir un apoyo. Podían ser niños, mujeres u hombres adultos. Quizá entre las historias más masivas y conmovedoras de este tipo estaban los trabajadores despedidos de la mina Cata Acarí, en Arequipa, quienes pedían colaboraciones para la olla común que tenían en Lima, alojados por un tiempo en alguna parte de la facultad de Medicina de San Fernando. Eran hombres que nada más tenían mirada de trabajo y mucho pesar a la vez. Eran años muy complicados.
Ahora, luego de varias semanas en rutas de transporte que no solía usar, veo que los vehículos siguen siendo un espacio frecuente de ‘redistribución de ingresos’. Supuestamente, el Estado debe redistribuir, mediante programas sociales o mediante la creación de trabajo hoy denominado ‘decente’ -en oposición al trabajo de sobrevivencia-, pero los usuarios del transporte siguen aportando parte de sus recursos a equilibrar o solventar los gastos de una gran cantidad de peruanos que suben diariamente a combis y buses.
No voy a describir aquí la variedad de motivos y presentaciones con las que las personas, jóvenes y adultos, piden un apoyo al subir a un vehículo. Lo que me interesa decir es que si vivimos en un país con crecimiento durante tantos años, los inadecuadamente empleados o quienes tienen ingresos por debajo de la línea de pobreza no están solo fuera de Lima. Han pasado 20 años de las escenas de los mineros de Cata Acarí y de las mujeres migrantes o desplazadas por la violencia que vendían frunas y se mantienen situaciones similares, aunque en un contexto macroeconómico que indicaría lo contrario: que todos tienen un lugar en la economía. Pues no lo tienen, o el que tienen es de subordinación y escasez. INEI entregó un informe recientemente sobre mercado laboral y daba cifras a este respecto. Una de las caras de esos datos es la aún persistente costumbre de la búsqueda de caridad en el transporte, como en los peores tiempos de la crisis económica.
El presidente Alan García inauguró la base de una escultura semejante al Cristo de Corcovado que, por su iniciativa, colocará en el Morro Solar de Lima. Dijo que aportó 100 mil soles y el resto otros generosos empresarios brasileños. Una resolución ministerial de abril acepta la donación de la ‘Asociación Odebrecht para el desarrollo sostenible’ avaluada en más de 830 mil dólares. Odebrecht es parte del Consorcio Conirsa que ha construido la carretera Transoceánica Sur en los últimos años, le adjudicaron el proyecto Olmos -tan cuestionado en su momento y no investigado- y actualmente también está a cargo de la obra del Tren Eléctrico.
La obra no fue consultada con la Municipalidad Metropolitana de Lima y el ministro de cultura ha explicado la cuestión alegando que el presidente «quería dar una sorpresa».
La sorpresa es que Odebrecht quiera regalarle al presidente más de 800 mil dólares hechos cemento en una imitación burda del Corcovado.
Deléitense con la resolución ministerial de abril de este año que se va, rápidamente. Tan rápido que quedará mucho por investigar del Gobierno de Alan García. Una pregunta obligada es si de manera tan libre el presidente puede colocar una masa sobre un espacio que tenía condición de intangible y si la Municipalidad Metropolitana de Lima debía ser consultada sobre ello.

Plaza central de Bagua (Archivo personal julio 2009)
«Fatti non foste a viver come bruti», indica la editorial de la revista brasileña Carta Capital al aludir a una nueva crisis política en el partido gobernante. El medio rechaza la búsqueda ‘del poder por el poder’ y entiende que la política debe estar guiada por la moral y por la ética, igual que toda actividad humana.
Es necesario recordar hoy que los motivos por los cuales miles de peruanos protestaron en Bagua hace exactamente dos años, siguen intactos. Los políticos y los medios de comunicación colocaron en cinco meses de campaña otros asuntos en primer término y el Perú sigue sin claridad de normas y criterios para el ordenamiento territorial. Deja el poder Alan García que envió un mensaje claro a los trabajadores estatales en los ministerios vinculados con las concesiones de hidrocarburos y minería, servir a las empresas privadas y postergar a los ciudadanos.
Los últimos momentos de la campaña electoral han sido demostraciones de quién tiene más -o peor- poder. Por eso, la frase de Alighieri: «No nacieron para vivir con la ley del más fuerte sino para seguir la virtud y el conocimiento». Hemos vivido el comportamiento propio de un país sin ley, empezado por el presidente de la República, quien expresó su respaldo a lo largo del tiempo hasta por tres candidatos distintos en estos meses.
Por otro lado, hasta las 4 am. del domingo 5 de junio, cuando ya era prohibido cualquier tipo de propaganda electoral, ciudadanos seguían recibiendo llamadas a sus teléfonos fijos con grabaciones de campaña o anticampaña. Los robots de llamadas empezaron a funcionar la noche del viernes y no se detuvieron hasta esta madrugada.
El viernes, miles de volantes en tamaño A-4 a reproducían a color la portada del diario Peru21 que acusaba a Humala de recibir financiamiento del gobierno de Hugo Chávez y fueron distribuidos, por lo menos en San Juan (Lima). En el reverso, había cinco o seis frases adicionales contra el candidato de Gana Perú.
Esta mañana, Keiko Fujimori, durante el desayuno recordó que si era elegida sería una presidenta joven y la primera mujer. ¿Es aceptable ese tipo de alusiones cuando ya no debe haber propaganda?
La mayoría de peruanos y también la prensa extranjera que ha llegado en cantidades similares a las del año 2000, masivamente, se preguntan qué ocurrirá luego de un escenario tan polarizado. Estamos tan acostumbrados a los enfrentamientos enconados, que posiblemente luego que sepamos quién ganó la elección presidencial, cada una de las partes se dedique a lo suyo, a encargarse de echar a andar sus propios intereses o cumplir con sus promesas (respectivamente) y volvamos a esa tensión acumulada tan característica de la sociedad peruana que nunca termina de resolver sus complejos pendientes.
Ahora sí, a votar todos los que no hemos ido, recordando a quienes viven en Amazonas y en otros lugares donde el Estado les juega constantemente en contra, incluso por omisión.
P.S. Aquí algunas intervenciones mías en medios extranjeros esta semana.
Hoy en la TV rusa/ sobre polarización
En BBC Brasil/ sobre economía y Humala
En El País/ sobre polarización