noviembre 2009


Pone la radio 'La Inolvidable' si uno no le sigue conversación.


En octubre 2008 un taxista que abordé en Miraflores me contó una historia triste y convincente: su hijo se había accidentado montando bici y estaba a punto de perder la vista. Lo iban a operar ese día sólo si podía retirar de la aduana unos lentes intraoculares que llegaban de Colombia. Hoy, lo encontré de nuevo -station wagon blanca, TGQ630- y contó el mismo cuento, sólo que esta vez era un embaucador sin salud mental.

Hoy fueron 40 minutos de miedo, no como el año pasado que lloré con lo contaba: le di unos kleenex porque él también lloraba. Aquella vez le pagué quince veces más de lo que debía ser la carrera porque si no llegaba con equis cantidad a mediodía a la aduana, su hijo perdería la vista.

«Acá en Lima la gente es muy mala. Yo vine de Casagrande con mi esposa, vivimos en Puente Piedra, cerca de unas chacras. Un día que hice un servicio del aeropuerto a Ventanilla me robaron el carro unos tipos vestidos con terno, por eso ahora tengo que alquilar carro», relató el año pasado.

El año pasado, la operación iba a ser en el Hospital Mogrovejo de Barrios Altos, un día de semana al inicio de la tarde. Por un tiempo estuve tentada de ir a averiguar si efectivamente habían operado a ese niño que se había accidentado cuando se tropezó en medio de las chacras, ‘haciendo carrera con un amiguito’. No fui.

Esta vez su auto se quedó sin poder avanzar en el Circuito de Playas, donde seguía repitiendo la historia. Agradecía que el servicio fuera en dirección al Callao para luego ir a la aduana. Se quejaba de otra mujer que más temprano no le ayudó a cortar camino en República de Panamá donde el tráfico era tan malo -decía- como en ese momento. «Acá es donde uno gasta más combustible. Esto no es obra de Dios. ¿Por qué tanto sufrimiento?», preguntaba mientras miraba maniáticamente la hora cada dos minutos y arreglaba el protector de tela sobre el tablero del auto.

Como la hora avanzaba y los camiones cargados de desmonte no dejaban avanzar, renegó. «Ya me fregué. ¿Me va a reconocer un sol más por la demora?», preguntó. Estuve a punto de bajarme luego de decirle que me debía dinero por la mentira del año pasado, que era un estafador, pero simplemente le dije que no. Respondió de mala manera. Luego le gritó a un conductor que pasaba por su lado: «¡Imbécil, cuida tu línea!».

Quería tomarle una foto, quería bajarme, quería salir de ese atolladero. Le pedí que me dejara en la Avenida del Ejército, pero no aceptó. «Yo la voy a dejar donde usted me ha dicho», contestó.

Así que cuando estaba como a 15 cuadras de mi destino, tomé la foto desde donde él no pudiera ver, en un semáforo le di el dinero y me bajé. Debe tener unos 55 años, usa lentes. Lo reconocerán porque de la nada le sale el tono de lamento-llanto y por la historia inconfundible.

Si tuviéramos algo parecido a un sistema de transporte, este tipo de taxistas y de historias no ocurrirían. Y quizá yo iría en bicicleta a mi trabajo como en 1991.

Adjunto algunos recursos que usé para presentar una investigación corta sobre cómo la TV de Lima abordó el conflicto-tragedia de Bagua, qué pudo hacerse de otro modo, y cómo cubrir en adelante temas que en la capital suenan lejanos e incomprensibles, pero que son de urgencia e importancia en los otros departamentos.
Una de las ideas principales que compartí fue la necesidad de que los periodistas tengamos una actitud más equitativa, horizontal e inclusiva hacia los peruanos que no lucen físicamente como los urbanos, que no tienen el castellano como lengua materna, y que no comparten la misma cosmovisión.
Además, concordamos en que es un desafío hacer un periodismo que respete las reglas ‘visuales’ del periodismo televisivo y a la vez transmitir información y explicación.

Diapositivas de síntesis:

Diapositivas con portadas del semanario ‘Nor Oriente’ de Jaén, posteriores a los enfrentamientos del 5 de junio y mención en la encuesta nacional de Ipsos-Apoyo julio 2009 sobre el mal manejo del Gobierno de dicho conflicto.

La periodista Rosa María Palacios pide disculpas al público porque la prensa debió haber tratado como noticia los decretos legislativos rechazados por las organizaciones amazónicas, 55 días antes del enfrentamiento en la Curva del Diablo (Bagua)

R.M. Palacios pregunta a dos ministras de Estado por qué recién el 8 de junio aluden al trato equitativo a los ciudadanos de la selva y el respeto a sus derechos.

El reportero de Enemigos Íntimos Alonso Gamarra explica qué más debió haber hecho la prensa de la capital para no quedarnos «una vez más con una verdad oficial entre las manos».

Estas ideas fueron presentadas durante el seminario ‘TV y Democracia’ realizado el fin de semana último con la participación de unos 50 líderes de opinión, entre ellos, universitarios, políticos, periodistas y algunos académicos peruanos y extranjeros.

Además: una entrevista a una de las mejores expositoras del evento –Carmen Caffarel– por Marco Sifuentes.