septiembre 2009


Impresión de pantalla del diario hondureño La Prensa.

Impresión de pantalla del diario hondureño La Prensa.


Nueva crónica de Alejandro Fernández Ludeña -esta vez desde Tegucigalpa- gracias a Pablo Espinoza.
Como a las 10 de la mañana saltó la noticia. Quizás algunos la veían venir pero a otros nos pilló completamente desprevenidos. Como se dice en Honduras, no es lo mismo verla venir que tenerla delante. Después de una semana donde el aparato golpista, a través de los candidatos a las elecciones, había reforzado sus posiciones de intransigencia ante al mediador Arias, estábamos pendientes de la reunión que éste sostendría en la tarde con Hillary Clinton. Pocos esperaban que hoy lunes los acontecimientos dieran un giro inesperado, con el regreso de Mel Zelaya al país. El olanchano lo hizo a su estilo, sorpresivamente, dando un golpe de efecto que tanto entusiasma a sus seguidores.

Estaba con el comunicador audiovisual Gerardo Martínez en una cafetería de la colonia Palmira, cuando una amiga nos llamó para decirnos que corría el rumor de que el presidente depuesto había entrado en la noche al país, había llegado por la mañana a Tegucigalpa y se encontraba protegido en la Casa de las Naciones Unidas. En un primer momento nos mostramos escépticos. Los rumores políticos son parte de la cotidianidad desde hace más de 80 días. No obstante, rápidamente nos desplazamos a esa sede, donde nos encontramos ya con un nutrido grupo de personas que hacían sospechar que la noticia fuera cierta. Eran la avanzadilla de una sorprendente multitud que minuto a minuto fue arribando a las puertas de Naciones Unidas cargada de banderas y pancartas. Media hora después, el departamento de Estado de los EEUU confirma la noticia. Tras 85 días, Mel Zelaya ha regresado a Honduras, de donde fue sacado por la fuerza en su propio avión presidencial.

La alegría se torna incontenible. Un hombre sin afeitar, con la apariencia de ser un poblador de los suburbios o un labriego venido del interior, nos mira con cara de incredulidad: “Les ganamos, no lo puedo creer… les ganamos”. Se agarra la cabeza como para terminar de demostrarse a sí mismo lo sorprendente que le resulta haber derrotado a los que siempre se han mostrado invencibles. Aun cuando esta victoria se tornara pírrica, esta sensación de triunfo que llega al corazón de tanta gente es algo que no se puede menospreciar. Hay personas sencillas que tienen casi tres meses resistiendo en las calles y mostrando públicamente su oposición al golpe de estado. Probablemente es su primera victoria en la plaza pública, y eso supone un baño de autoestima difícil de imaginar. Más tarde nos daríamos cuenta que era pronto para celebrar; que la batalla aún se estaba librando y que las espadas siguen en todo lo alto.

Como sucede con frecuencia en acontecimientos sobrecargados de emotividad, el mínimo rumor se convertía en noticia y corría de boca en boca al instante. En medio de aquella manifestación de alegría se decía que Micheletti había sido sacado del país a las dos de la madrugada; que Romeo Vásquez, el jefe de la Fuerzas Armadas también había “caído”; que a las dos de la tarde Mel hablaría desde casa presidencial. Estas noticias caían entre la multitud como chispas que prendían la algarabía y la tornaban por momentos incontenible. Poco a poco el espacio se nos achicaba y casi no podíamos sostener la cámara con que tratábamos de inmortalizar el momento.

Hemos visto a campesinos abrazarse entre lágrimas; a mujeres humildes desgañitarse gritando contra los militares; a ancianos sin poder contener la alegría reprimida durante semanas. Pronto aparecieron carros cargados de parlantes desde donde se emitían canciones de celebración que los presentes coreaban y hasta bailaban. Sonó de todo: desde el ‘Nos tienen miedo’ que es ya un himno hondureño, hasta una versión remozada para Zelaya del Jefe de Jefes de Los Tigres del Norte. También aparecieron más banderas. Entre ellas las del partido liberal, quien amenaza con capitalizar todo este movimiento para remozar el bipartidismo. Mucha gente en el movimiento popular considera que esta alianza táctica con un sector de lo más rancio de nuestra política vernácula no es más que una utilización que resulta conveniente y de la que luego se podrán desprender. ¿Por qué no lo contrario? En realidad, sería lo más normal. Que sea la clase política, más versada y más poderosa, quien utilice a los ciudadanos bienintencionados y no a la inversa.

Es inevitable sentir temores ante el rumbo que tomen los acontecimientos y sus consecuencias para los más pobres, pero es imposible no sentirse arrastrado por la emoción del momento y contagiarse de la risa y el entusiasmo de los presentes. Mucha gente se acerca a uno para abrazarlo, para darle la mano o para decirle con cierta candidez: “Sí se pudo”.

Al mediodía se anuncia que Zelaya no está en ese edificio y se confirma que está en la Embajada de Brasil, a 200 metros de donde estamos. La multitud comienza a moverse. Imposible saber cuánta gente hay, pero no menos de cincuenta mil. Si sigue creciendo, piensa uno, y empiezan a llegar personas del interior del país, se pueden llegar a congregar cientos de miles de personas, lo que constituiría una amenaza enorme para el régimen golpista que, a estas horas, ya sabemos que continúa en su sitio.

Quizás por eso, en la primera cadena nacional de la tarde, se nos anuncia un toque de queda de una duración sorprendente. Constituye en realidad un encierro para todo un país. A pesar de que ya son las 3:30 cuando se hace oficial el comunicado, el toque abarcaría de 4 de la tarde a 7 de la mañana en todo el territorio nacional. Todos y todas para casa. ¿Se moverán los miles de simpatizantes de Zelaya que a estas horas continúan frente a la embajada de Brasil? ¿Marcharán todos sobre Casa Presidencial y sacarán de allí a Micheletti? Nadie sabe qué puede pasar en las próximas horas. El primer encuentro de Mel con la población, transmitido por el canal 36 de televisión resulta un baño de multitudes. Da la impresión de que si este hombre ordena a la muchedumbre que arrase la capital, lo hará entre voces de júbilo.

Viendo a Rassel Tomé, el ex candidato de Micheletti y hombre de Rosenthal Oliva, dirigiendo a los manifestantes, uno piensa que todo está ya cocinado. Pero quizás no. La incertidumbre cae sobre nosotros antes de que el día empiece a oscurecer. A las cinco de la tarde, Micheletti nos regala una segunda cadena nacional. Rodeado de todo su equipo, de los diferentes poderes del Estado, y de esa parte de la sociedad civil que lo ha acuerpado desde el primer día, anuncia que nada cambiará este nuevo movimiento de Zelaya. ¿Será verdad que no hay negociaciones por debajo de la mesa? Pide a la embajada de Brasil que entregue a Mel a las autoridades hondureñas para que sea juzgado como corresponde. Con todo, el nerviosismo entre los que ostentan el poder es notorio, a pesar del maquillaje. Según el corresponsal de Reuters, el gobierno de Micheletti considera inaceptable que Zelaya llame a la movilización desde la embajada de Brasil y culpa a este país de los disturbios que se pudiera producir. Un empresario, aquel Facusse que se quedó sin visa, se atreve a sugerir que puesto que Brasil no reconoce este gobierno, no estamos obligados a respetar la inmunidad diplomática de su embajada.

Ha caído la noche y es difícil acceder a más noticias. La ciudad esta previsiblemente militarizada y nadie puede salir a comprobarlo sin exponer su integridad. Aunque sabemos que muchas personas guardan vigilia frente a la embajada brasileña. El canal de televisión contrario al golpe ha salido del aire. Las comunicaciones vía teléfono celular han sido cortadas. No sabemos qué movimientos se están preparando de uno y otro lado, pero es evidente que este regreso al silencio forzado, el miedo y la esperanza vuelven a aparecer con fuerza. Como me comentaba el periodista Manuel Torres, a quien encontré esta mañana entre la multitud, las próximas 72 horas son decisivas para la solución de la crisis y quién sabe si para el futuro de Honduras.

Una de las cosas que más nos preocupan en estos últimos días es la profundización de la falsa polarización. Lo más terrible es que a medida que las posturas se van extremando, las voces más equidistantes de Micheletti y de Zelaya son silenciadas. Muchas personas son acusadas de golpistas por el simple hecho de reconocer en Mel un político caótico, o advertir que en su gobierno había corrupción. No podemos permitirnos señalar a Doris Gutierrez o a Matias Funes de golpistas, porque mantengan posiciones diferentes a las de la resistencia. Ellos y ellas, con toda una vida a sus espaldas de compromiso real con los intereses de las mayorías, son pieza fundamental para construir una alternativa a la elite político empresarial que maneja este país. No lo son en cambio los periodistas David Romero y Eduardo Maldonado, o tantos otros políticos corruptos que se han unido a la resistencia. Hay quien piensa que en estas condiciones es mejor esperar a las elecciones. Otros pensamos que necesitamos a Mel Zelaya aquí para retornar al orden legal y comenzar una nueva historia. Ojalá no nos dejemos enredar en medio de toda esta confusión. Ningún caudillo será nunca una solución, ni ninguna Constitución por bien hecha que esté, podrá sustituir a una ciudadanía educada y participativa. Esperemos que esta crisis nos ayude a forjarla.

A las ocho de la noche, más noticias van tejiendo un panorama sombrío. Una tercera cadena nacional anuncia que el toque de queda se extiende de 7 de la mañana a 6 de la tarde del día martes, en todo el territorio nacional. Es decir, siete millones y medio de persona hemos sido secuestrados hasta nuevo aviso. Por otra parte, Sosa Coello anuncia en la OEA que Mel Zelaya abandona el Pacto de San José, es decir, renuncia a esa vía dialogada. ¿Estamos prontos al final de este episodio histórico o es el inicio de un mayor caos que puede conducir a un enfrentamiento violento entre hondureños? La situación no parece tener salida a estas horas de la noche. Así vivimos este día, uno de los más contradictorios desde que el 28 de junio la clase política hondureña demostró su menosprecio por los principios democráticos y sumió a este país es su mayor crisis contemporánea.

Fernández Ludeña, consultor español, fue director de Radio Progreso de Honduras, emisora de los jesuitas.

Información de hoy en Opera Mundi
Crónica del inicio de la crisis
Señal en vivo de Radio Progreso de Honduras

A grandes rasgos, un resumen de acciones y grupos a la fecha (JF).

A grandes rasgos, un resumen de acciones y grupos a la fecha (JF).

En las últimas semanas ha habido gran cantidad de información sobre hechos derivados del enfrentamiento del 5 de junio en Bagua, por eso empiezo esta nota con un esquema de las acciones y comisiones que abordan el tema o tienen obligaciones al respecto.

El miércoles 2 varios ministros participaron por primera vez en una sesión del Grupo de Desarrollo de los Pueblos Indígenas (GDPI) creado cuando Yehude Simon era aún premier. El GPDI trabajó en cuatro mesas entre julio y agosto pero los representantes de las organizaciones indígenas reclamaban que los representantes del Ejecutivo no tenían poder de decisión o llegaban a firmar asistencia y luego se retiraban. Nuevamente sentían que no era un espacio serio de diálogo.

Ese día, luego de más de un mes, el Ejecutivo respondió a la propuesta de terna para la comisión de investigación de los hechos del 5 de junio, una recomendación hecha al Gobierno por el relator especial de Naciones Unidas, James Anaya, entre otros, y un reclamo desde el primer día de crisis por parte de los nativos.

El primer ministro Javier Velásquez Quesquén anunció que la resolución suprema sobre la conformación de la comisión de investigación de los hechos sería emitida en 72 horas. Hoy ya se cumplió el plazo y la norma aún no ha sido publicada. El viernes Salomón Awanash -dirigente de Aidesep- participó en un foro público sobre interculturalidad y la agenda pendiente de las organizaciones amazónicas y allí reiteró el plazo de 72 horas dado por el Ejecutivo.

Awanash es el segundo de izquierda a derecha (JF).

Awanash es el segundo de izquierda a derecha (JF).

Si bien la concreción de una comisión plural para investigar los hechos es una buena noticia -en particular porque el Gobierno aceptó las propuestas de las organizaciones -como la religiosa y profesora de Chiriaco Maricarmen Gómez y la ex ministra Pilar Mazzetti- el silencio del Ejecutivo es grave acerca de otros asuntos pendientes.

Entre los numerosos puntos de tensión que persisten está la falta de respuestas del Ministerio de Energía y Minas (MEM) -y del Ejecutivo en suma- acerca de los problemas generados por la empresa Dorato en territorio awajún. Desde el año pasado la Organización de Comunidades Fronterizas del Cenepa (Odecofroc) ha realizado gestiones ante el MEM denunciando la ilegalidad en las concesiones, pero no hay variación en el estado de las cosas. Odecofroc se pronunció así el 19 de agosto:
1. Reiteramos nuestra exigencia al Estado de que respete los acuerdos alcanzados con los pueblos indígenas del Cenepa, y restablezca el área de 152,873.76 hectáreas del Parque Nacional Ichigkat Muja en la Cordillera del Cóndor, cuya área ecológica fue recortada únicamente para favorecer intereses de la empresa minera Afrodita y de la empresa canadiense Dorato Resources Inc..
2. Exigimos al Ministerio de Energía y Minas que investigue con imparcialidad y rapidez las tres denuncias administrativas hechas por ODECOFROC contra las concesiones mineras otorgadas en la Cordillera del Cóndor, las cuales violan el artículo 71 de la Constitución Política el cual prohíbe a empresas extranjeras tener minas en zona fronteriza, y también violan el Convenio 169 de la OIT donde se establece el derecho a la consulta previa el cual sigue siendo pisoteado hasta la fecha.

Pedazos de papel picado que cayeron al público con La Bilirrubina.

Pedazos de papel picado que cayeron al público con La Bilirrubina.


Cuando un artista o deportista estrella se va del escenario o de la cancha, se siente pena e impotencia: no hay cómo traerlos de vuelta. Este sábado, cuando terminó el concierto de Juan Luis Guerra y la 440, unas 20 mil personas salieron con el alma un poco más feliz, en particular ‘los foristas’ peruanos, unos siete elegidos que forman parte del ‘Foro’, grupo formado en 2000 por un residente en República Dominicana, el enlace más serio entre los conocedores y el artista.

«Yo escucho a Juan Luis desde que tengo once años y ahora tengo 31. El día que lo conocí, cuando ya estaba camino a mi casa iba llorando en la combi», cuenta una de las foristas. ¿Y sabías por qué llorabas?, pregunté. «De emoción. Lo mismo le pasó hoy a una de las chicas que lo vio por primera vez».

Coordinan entre ellos por teléfono para sentarse cerca unos de otros en la explanada del Monumental. Visten los polos que se mandaron hacer con el URL de la página web. No se autodenominan ‘club de fans’, tienen entre 44 y veintitantos años. Algunos de ellos fueron a escucharlo este año al concierto ‘Travesía’ en Bogotá y llevaron de regalo chocotejas de Vivanda. A los músicos les parecieron una delicia y esta vez fue lo primero que les dieron al verlos en Lima, entre otros regalos.

Ellos sabían antes que nadie que Gianmarco iba a cantar ‘Que me des tu cariño’ a dúo con el ídolo. Gran parte del público gritó sorprendida esa noche cuando vio salir al cantautor peruano: ellos, no.

Tomada del blog del cantante Roger: a la hora de la prueba de sonido, los foristas a la izquierda.

Tomada del blog del cantante Roger: a la hora de la prueba de sonido, los foristas a la izquierda.


Me contaron también que la secuencia en que tres músicos de la 440 bailan ‘Thriller’ imitando a Jackson es parte del concierto ‘Travesía’ desde antes de la muerte del estadounidense, pues Juan Luis Guerra es su gran admirador: en 1983 compuso ‘Dame’, un tema en castellano con la música de ‘Don’t stop til you get enough’. Quienes bailan son Luis Mojica, David Armengot e Isidro Bobadilla ‘El Boba’.

Hemos llegado dos horas antes del concierto para no tener problema con los asientos y mientras esperamos -y transmiten el partido Brasil-Argentina en las pantallas gigantes- me entero de algunos de estos pequeños detalles: el cantante Roger Zayas les había comentado que iba a actualizar su blog con los detalles de los previos al concierto. La noche y la madrugada serían largas para la banda, pues el espectáculo terminaría cerca de las 12 y tenían que estar a las 3 am. en el aeropuerto para volver a República Dominicana. Seguirá un breve receso y después las cinco últimas fechas de la gira ‘Travesía’.

Escuchamos La Travesía, A pedir su mano, Vale la pena, Ojalá que llueva café, Woman del Callao, Cancioncita de amor (una salsa para su esposa y sus hijos), Burbujas de amor, Llave de mi corazón, Niágara en bicicleta.
Antes de cantar ‘Para ti’, Guerra recordó que esa canción la hizo para Jesús -la banda ora antes de empezar cada show-, y luego continuaron con La Bilirrubina, El farolito -un merengue del disco Fogarate que hace tiempo no cantaban- y Que me des tu cariño, en dúo con Gianmarco.

Según los foristas, el concierto de Lima -comparado con el de Bogotá- contó con pantallas gigantes de mejor resolución de imagen y mejor trabajo de cámaras para la transmisión en vivo.

Guerra presentó después a cada miembro de la banda y hubo algunos solos de güiro y percusión, antes de Amor de Conuco fue el momento de la coreografía de Thriller 🙂

El último trecho del concierto ofreció Ay mujer, Me enamoro de ella, El costo de la vida, Las avispas, La Cosquillita, La gallera, Visa para un sueño -aquí se despidió por primera vez del público-, La Hormiguita, Bachata rosa y Si tú no bailas conmigo, dedicada a su esposa Nora. Cuando parecía que ya no salían más, volvieron para cantar ‘Como yo’. El concierto se pasó muy rápido.

Los policías que resguardaron la explanada del Monumental no tuvieron mayores problemas y desde donde estaban apostados pudieron escuchar el concierto. A la salida: venta de CDs pirata y afiches del tour ‘La travesía’, el músico con discapacidad que tocaba con quena algunas canciones de Juan Luis recibía en su taper transparente decenas de monedas -mi hermano lo vio también en un concierto de Chichi Peralta-, venta de choncholí y gaseosa, miles de personas caminando tranquilamente por la Javier Prado hasta encontrar movilidad.

Nota al pie: Ya retomo en breve los temas usuales de este blog. Agradezco a mi hermano que me sopló los nombres de todas las canciones y me invitó a ir.