Tarde del domingo: Atilano vuelve con un lindo dibujo en el yeso y preguntas sobre su futuro y los hechos del 5 de junio.

Tarde del domingo: Atilano vuelve con un lindo dibujo en el yeso y preguntas sobre su futuro y los hechos del 5 de junio.

Estudiante para ser profesor de danzas y mototaxista, Atilano Altamirano (21) fue uno de los baleados sin motivo en Bagua capital el 5 de junio. No participó de las protestas. El disparo al pie cayó cuando circulaba por una calle durante el ataque de la policía en la ciudad. El domingo volvió a Bagua y agradeció la red de solidaridad que ayudó a decenas de heridos y sus familiares que no tenían cómo costear medicamentos, alimentación y hospedaje en Chiclayo.

Ese día, «estaba trabajando normal en el parque, había harta gente, ya había policía pero yo seguía trabajando, y comenzaron a balear. Una pareja de pasajeros subieron y los dejé como a cinco cuadras, cuando bajé para darles vuelto sentí como una aguja y luego ya no podía pararme. Comenzó a temblar mi pie. Sé que me llevaron en ambulancia».

«Me asusté cuando me dijeron que los clavos que tenían que ponerme costaban 4 mil o 5 mil soles. Llamé a mi mamá, ‘tendremos que vender la casa’, dijo. No sabía qué hacer, yo dije: que me corten la pierna, mejor», recuerda Atilano, mientras espera la salida del bus de vuelta a casa.

Su madre conversa agradecida con Yolanda Díaz, una de las responsables de coordinar la ayuda solidaria que proporcionaron chiclayanos, chotanos y paisanos de Bagua para atender a los afectados del 5 de junio que fueron derivados a hospitales de Chiclayo. «Ustedes han sido nuestra familia», le dice mientras se le llenan los ojos de agua.

Yolanda Díaz y madre de mototaxista herido, quien luego de cinco semanas en hospital de Chiclayo pudo retornar a Bagua.

Yolanda Díaz y madre de mototaxista herido, quien luego de cinco semanas en hospital de Chiclayo pudo retornar a Bagua.

¿Quién responde por lo ocurrido?
Díaz informa que el joven trabajador debe regresar al hospital para un chequeo a inicios de agosto.

«Dentro ha quedado como hueco, si no se recuperan los tejidos, tendrán que hacerme injerto», refiere Atilano.

Aunque hace muchos años no vive con su padre, contó que ahora sí se ha interesado por él. «Ya que no me ha ayudado antes, quizá ahora. Pero si me apoya o no, queda en su conciencia».

«Acá -en Chiclayo- me he sentido bien protegido, me voy contento porque hemos hecho un grupo bien bonito con los familiares (de los heridos)», añadió.

Utero.pe retomó ayer la secuela de los hechos del 5 de junio en Bagua, citando -entre otros elementos- un reportaje de Alonso Gamarra sobre heridos inocentes y la triste búsqueda del mayor desaparecido de la policía.

En un recorrido que hice entre Chiclayo, Bagua capital, Bagua Grande, Imacita y Jaén -entre el domingo y ayer-, los afiches que ofrecen recompensa por el cuerpo del mayor Bazán se encuentran en cada esquina, en cada terminal de autos o buses. Han sido colocados por iniciativa de su padre. En los días siguientes incluiré más información sobre la situación post 5 de junio en la selva norte.