
Las piedras del 'Ojo que llora' tendrán los nombres que indique el Registro Único de Víctimas (entidad estatal).
Los restos de un letrero de barras paralelas -quizá de algún complejo deportivo cercano- reposan sobre un pequeño muro debajo de las tres astas colocadas a un costado del Ojo que llora. Si bien el alcalde de Jesús María, Enrique Ocrospoma, discrepa con la idea de que en su distrito se construya el Museo de la Memoria, ojalá no sea demasiado pedir la reparación de la reja y el retiro de un cartel ajeno al carácter del memorial.
El panel informativo sobre el ‘Ojo que llora’ indica que los niños deben visitarlo acompañado de adultos y que no deben jugar ni correr en el laberinto, pero fuimos testigo de lo contrario -ver foto-.
En el grupo promotor de este memorial se incluyen la Defensoría del Pueblo, Aprodeh, Idehpucp, entre otros, y llama la atención que no haya letreros de señalización en el Campo de Marte que conduzcan al memorial. Desconocemos si la Municipalidad lo impide.
El hecho de que algunos nombres hayan sido retocados -la contaminación borró los inscritos inicialmente- y la presencia de flores evidencia que para algunas personas el lugar es significativo en positivo. A la vez, quedan las marcas de la pintura de color naranja lanzada por simpatizantes fujimoristas y piedras quebradas con combas en setiembre de 2007, huellas de lo que evoca para diversos sectores de la sociedad.

Fotos: J. Fowks
A partir de entrevistas realizadas para un reportaje sobre memoriales -y las decenas de declaraciones con respecto al Museo de la Memoria difundidas en los medios- varias fuentes coinciden en que los espacios públicos donde se recuerda la violencia -o a quienes la sufrieron- son producto de voluntades y de consensos. Dichos espacios suelen ser parte de procesos educativos para conocerse mejor como sociedad. El debate en el Perú sobre nuestro pasado reciente está empezando (aunque en algunos departamentos esta historia no ha terminado y las FFAA siguen enfrentándose a remanentes de SL o narcoterrorismo).
Como indica el sociólogo Ricardo Caro, el texto que presenta este memorial del Campo de Marte no destaca suficiente el hecho de que el conflicto armado interno empezó como un ataque a la democracia y que un grupo numeroso e inicial de víctimas fueron representantes visibles de esa forma de gobierno: murieron por tener ese rostro.
Enlazo a un útil documento preparado en 2007 por FLACSO-Chile sobre memoriales en dicho país. Chile se nos adelantó no sólo en el despegue económico sino también en el procesamiento y los consensos con respecto a un pasado doloroso y de agresión. No es problema llegar después.
Texto y buena ilustración de historiador contra el olvido (Hizo su tesis sobre películas de la violencia en el Perú)
Por último, recomiendo leer la columna de Jaime Bedoya en el último número de Caretas (sobre un museo ‘económico’ para Antero Flores Aráoz). No estoy suscrita a la versión en línea pero quizá algún amigo bloguero nos pueda ayudar. Gracias a El Morsa, El Museo de Antero
marzo 16, 2009 at 11:28 am
http://betamorsa.blogspot.com/2009/03/el-museo-de-antero-caretas-2069.html
Listo, servido.
marzo 16, 2009 at 5:44 pm
[…] Jacqueline Fowks: Cuidados para memorial de la violencia en Jesús María […]
marzo 16, 2009 at 7:28 pm
[…] Cuidados para memorial de la violencia en Jesús María […]
marzo 17, 2009 at 1:27 am
[…] Jacqueline Fowks: Se da un paseo por el Ojo que llora y reporta su estado actual (muy significativa la presencia de flores y nombres retocados, ver la imagen). […]
marzo 17, 2009 at 1:37 am
Y en este video corretean perros por el memorial:
marzo 17, 2009 at 4:11 am
A pocos metros del memorial hay una zona cedida por el alcalde Ocrospoma para entrenamiento de perros, tiene un cartel de señalización.
marzo 17, 2009 at 11:50 am
«Como indica el sociólogo Ricardo Caro, el texto que presenta este memorial del Campo de Marte no destaca suficiente el hecho de que el conflicto armado interno empezó como un ataque a la democracia y que un grupo numeroso e inicial de víctimas fueron representantes visibles de esa forma de gobierno: murieron por tener ese rostro.»
Leyendo este texto me preguntaba que conflicto armado interno no puede ser visto como un ataque a la democracia. Pensando en los movimientos guerrilleros de los 70s donde participaron Hugo Blanco, Javier Heraud, etc; que eran ciertamente ataques contra la democracia.
Una interpretación benévola es que la inoperancia de los servicios de inteligencia del gobierno militar, permitieron que un grupo armado (sin apoyo externo como lo fue el MRTA) se alzase en armas con relativo éxito inicial.
Una interpretación malévola es que en 1978 la ultra-izquierda del FOCEP y UDP obtuvieron 12% del Congreso Constituyente, y que la izquierda velasquista del PCP y del PSR obtuvieron sólo 4%.
Y nuevamente la ultra-izquierda del PRT, UDP, y UNIR obtuvieran 12% del Congreso en las elecciones de 1980, para que posteriormente IU ganase la alcaldía de Lima en 1984.
La «inoperancia» de los servicios de inteligencia abrió una Caja de Pandora que significaron para nuestro país poco menos de 70,000 víctimas, pero los «excesos» también sirvieron para diezmar a la ultra-izquierda electorera como le gustaba llamar Sendero Luminoso.
Ya que la izquierda electorera había derrotado electoralmente a Sendero Luminoso en comunidades campesinas, sindicatos, y universidades, pero tambien esta izquierda electorera mantuvo una oposición radical al Gobierno Militar, y participó exitosamente en los procesos electorales de 1978, 1980, y 1984.